¿Sabes por qué ya no disfrutas del deporte al que tanto esfuerzo dedicas?
La respuesta es sencilla, aunque lleves ya algún tiempo intentando descifrarla.
Te cuento. 👇
Algunos deportistas piensan que, para rendir a un buen nivel, basta con estar en forma y dedicar muchas (repito, muchas) horas al trabajo físico y técnico.
«Si entreno más, es cuestión de tiempo que los resultados acompañen”
Yo la verdad, no te lo compro. Y tú, tampoco deberías.
Pensar así, es pasar por alto cosas tremendamente importantes. Como creer que para hacer una buena paella basta con mezclar arroz y cuatro gambas.
La realidad, -la cruda y dolorosa realidad- es que hay dos tipos de atletas en este mundo, los que son conscientes de la importancia que tiene la psicología en el deporte y los que no:
Los que gestionan los nervios y los que se bloquean.
Los que se rehacen después de un error y los que bajan los brazos.
Los que se adaptan a los cambios y los que no.
Porque, cuando sabes gestionar lo que pasa por tu cabeza en la pista, campo, tatami o gimnasio, eres capaz de adaptarte mejor a lo que venga y por lo tanto, eres capaz de rendir mejor y disfrutar más.
Y al contrario, mientras no sepas lidiar con todo eso, olvídate de tener buenos resultados y de disfrutar.
De verdad, olvídate.
¿Te has parado a pensar lo ridículo que es dedicarle tanto tiempo y esfuerzo a la mejora técnica, física y táctica mientras sigues siendo incapaz de reflejarlo en competición?
Es como hinchar un globo pinchado, como combinar calcetines y chanclas, o como cenar hamburguesa en un japonés. Así de ridículo.
El problema es que nadie nos ha enseñado a gestionar nuestras emociones.
No se a ti, pero a mi me enseñaron que los dos ríos más importantes de la China son el Huang He y el Zhu Jiang, me hablaron de polinomios, factorización y de la Regla de Ruffini, pero ¿de cómo lidiar con el malestar?
Ni media palabra.
Nada sobre manejo de la frustración.
Nada sobre control atencional.
Nada sobre cómo gestionar la presión.
Nada.
NA-DA.
Y claro, pretender rendir a un buen nivel sin saber surfear los contratiempos y lidiar con nuestras emociones, es como hacer puenting sin cuerda, una castaña asegurada.
Pero, aunque sea un disparate, lo cierto es que casi nadie se implica demasiado en ponerle solución. O no, al menos, de la forma correcta.
Hacen respiraciones, intentan pensar en positivo y confiar más en sí mismos. O quizá se leen algún libro de autoayuda repleto de frases del estilo: «Confía y construye una mentalidad de campeón».
Cosas que han ayudado a un total de 0 personas, pero que seguimos tragándonos y repitiendo como papagayos.
Es lo que hay.
Así que, primera lección: aprender a gestionar tus emociones, va a llevarte inevitablemente a disfrutar más del deporte.
Las siguientes, las encontrarás justo aquí. 👇
Si el «no pain, no gain» es tu lema y tu objetivo es controlar la mente, dominar los nervios, ser más fuerte mentalmente que un Nokia de los viejos o vivir constantemente motivado, NECESITAS leerte esto.